Comida para gatos

Los gatos necesitan proteínas de carnes y pescados, carbohidratos y cereales, y grasas de carnes y pescados para aportar a tu gato energía suficiente. En fronda encontrarás la mejor alimentación para gatos, para que elijas un tipo de alimentación u otra según su edad o su dieta.

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Comida para gatos

Tipos de comida para gatos

La alimentación para gatos se divide en tres grandes grupos, seca, ¡húmeda y semihúmeda. Veamos en qué se diferencian:

  • Alimentación seca. En esta se incluyen todos los piensos, que se caracterizan porque el ingrediente protagonista es la carne o el pescado, acompañados de cereales, vitaminas y/o minerales. El pienso se obtiene a partir de la cocción rápida del almidón de los alimentos, de modo que los convierte en más digeribles e incrementa su sabor. Por ese mismo proceso de cocción, también se reduce la humedad y la posibilidad de que el alimento se contamine por hongos o bacterias. El hecho de que sean menos perecederos, hace que este tipo de comida tenga un coste menor que la semihúmeda o la húmeda. Además, el alimento seco favorece la eliminación del sarro y retrasa la aparición de la placa dental. Sin embargo, no olvides tener siempre agua a disposición del gato, puesto que la falta de humedad de este tipo de alimentos hace necesaria una hidratación extra.
  • Alimentación húmeda. Habitualmente se presenta envasada en lata y puede contener solo carne/pescado o, además de esta, vitaminas, cereales y minerales, como los piensos. La diferencia con estos se encuentra en el proceso de elaboración. Dependiendo de las texturas de este tipo de comida, se pueden encontrar mousses, patés o formatos con trozos cuyos tamaños varían. En estos alimentos húmedos el aporte de grasa aumenta notablemente, por lo que hay que moderar su ingesta, especialmente si el animal es sedentario y necesita pocas calorías. Una dieta solo basada en comida húmeda puede conducir al sobrepeso del gato e incluso generarle alguna intolerancia digestiva. Se recomienda, por ello, tener la alimentación seca como base y la húmeda como complemento.
  • Alimentación semihúmeda.Elaborada con tejidos animales, cereales, grasas y azúcares, estos alimentos semihúmedos persiguen ofrecer un sabor parecido al de los húmedos, pero manteniendo los aspectos más beneficiosos de los secos. Suelen presentarse en forma de salchicha o de carne picada. Cuentan con menos cantidad de grasas, así podrían no ofrecer suficiente aporte energético por sí solos. Se conservan con pequeñas cantidades de aditivos, por lo que también son perecederos y más costosos que el pienso.

Alimentación del gato según su edad

Gatitos. El primer año de vida es esencial en el desarrollo del gato. Crece rápidamente y por ello debe contar con la alimentación más adecuada. Lo normal es que el peso se triplique durante las tres primeras semanas, y a las 20 semanas haya aumentado, respecto al que tenía en el nacimiento, un 2.000%. Por ello, necesita una nutrición que le garantice el correcto desarrollo de su estructura ósea, de la musculatura y de los sistemas nerviosos y circulatorios, así como del resto de sus órganos. Hay que tener en cuenta que un gatito, dado el tamaño de su estómago, ingiere pequeñas cantidades de alimento, pero esas porciones de comida deben contar con los aportes nutricionales y calóricos necesarios y adecuados para esta etapa de su crecimiento. Los gatitos deben ingerir cantidades cuidadosamente equilibradas de proteína, carbohidratos, fibras, vitaminas y minerales. La mejor forma de cumplir con estos requisitos es proporcionarles la comida que se vende específicamente para gatitos, así no será necesario darle ningún suplemento vitamínico. En la etiqueta de la alimentación deben aparecer especificados los ingredientes del producto, así como un análisis de sus nutrientes: niveles mínimos de grasa, proteína bruta, máximos de fibra bruta y humedad. Asimismo, se debe aclarar para qué etapa del crecimiento del gatito está recomendado el producto y si aporta la cantidad necesaria de nutrientes, vitaminas y minerales. También debe detallar si se necesitan suplementos extras, además de la dosis indicada para mantener una correcta alimentación. Se debe elegir un lugar adecuado donde poner los recipientes para el agua y la comida y respetar siempre el mismo emplazamiento. Lo más adecuado es optar por un sitio tranquilo y poco transitado de la casa, que le garantice seguridad y facilidad de acceso.

Qué no dar de comer a nuestro gatito:

  • Huesos. Se pueden astillar en su garganta y perforar las paredes de su estómago e intestinos.
  • Exceso de leche. Frente a la creencia popular, no es esencial para los gatitos destetados beber leche, siempre que mantenga una alimentación equilibrada. A la mayoría de los gatitos les puede gustar beber un poco, pero algunos son proclives a padecer diarrea si se les da mucha.
  • Restos de comida. No debemos compartir con ellos restos de nuestra comida por mucha gracia que nos haga, ya que, además de ser perjudiciales, les podemos convertir en caprichosos.
  • Gatos adultos. Una vez que el gato es adulto y, por tanto, ha perdido sus dientes de leche, las comidas secas presentan numerosas ventajas: son higiénicas, ayudan a ejercitar los dientes del animal y, además, si hay que dejarle solo durante un breve período de tiempo, van a ser las más prácticas. De ahí que sea interesante que acostumbremos a tu gato a ingerirlos. Ahora bien, lo indicado es que la combinemos con otros productos enlatados para que tenga el paladar acostumbrado a distintas opciones. Si le damos a menudo comidas secas, debemos tomar la precaución de que beba la suficiente cantidad de agua. También es cierto, por otra parte, que la mayoría de los dueños de gatos no saben en realidad qué cantidad de agua beben estos animales. Podemos comprobar que no es mucha y la razón se debe a que los gatos extraen de la comida el líquido que necesitan. De ahí que haya que controlar que la cantidad de agua que ingiere es suficiente, si estos se alimentan fundamentalmente de comida seca. Al menos un tercio de la dieta del gato debe estar compuesta por proteínas de origen animal, siendo la carne o los productos derivados de la misma los que conforman el alimento fundamental. Un exceso de hígado, sin embargo, puede resultar considerablemente nocivo, ya que provoca en los gatos graves trastornos óseos. Igualmente, una dieta basada en pescado enlatado puede provocarles lo que se conoce con el nombre de enfermedad de la grasa amarilla. Se trata de una dolorosa inflamación de los tejidos grasos provocada por la falta de vitamina E. El pescado crudo tampoco es muy recomendable para los gatos ya que contiene una enzima que descompone la vitamina B1. No hay que preocuparse si vemos que nuestro gato come hierba. Es una costumbre muy habitual en muchos gatos sanos. La Nepeta mussinii, llamada habitualmente hierba gatera, proporciona agradables sensaciones a los gatos. Esta hierba contiene una sustancia química llamada nepetalactona que les resulta sumamente atractiva, en cierto modo les desinhibe y les vuelve más juguetones. Esta hierba también se utiliza para impregnarla por ejemplo en el rascador del gato cuando es pequeño, con el fin de enseñarle y acostumbrarle a utilizarlo.
  • Gato anciano. Lo más probable es que, una vez envejezcan, los gatos sean aún más exquisitos. De cualquier forma, en ese momento más que nunca, debemos cuidar los alimentos que le damos. Sólo debemos darle alimentos específicos de buena calidad y evitar por completo ofrecerle sobras de nuestros alimentos. Es muy probable que a medida que envejece, el gato coma menos, no hay que alarmarse por ello, a no ser que experimente pérdidas excesivas de peso. Probablemente también comerá con más frecuencia, por lo que debemos estar atentos a proporcionarles esas pequeñas raciones cuando lo requiera. Puede ocurrir que, al verle todos los días, nosotros no detectemos bien las pérdidas de peso, por ello es recomendable que llevemos un registro cada dos o tres meses, pesándolo nosotros mismos y anotando los resultados.