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Características y cuidados de cactus y crasas

Los cactus y crasas son plantas pertenecientes a la familia de las cactáceas, es decir, aquellas que acumulan agua en los tejidos para adaptarse a los ambientes secos y calurosos. Además, son variedades resistentes que requieren de muy pocos cuidados.

Por Virginia Moreno
2 de marzo de 2018
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La familia de las cactáceas es la más conocida de las plantas suculentas, aquellas que acumulan agua en los tejidos para adaptarse al hábitat donde se desarrollan. La mayoría de cactáceas o cactus defienden esa reserva de agua mediante espinas y, aunque se parezcan unos a otros, hay numerosos tipos y variedades.

Las crasas también son plantas suculentas, pero la reserva de agua que necesitan para vivir en ambientes secos y calurosos la suelen defender gracias a hojas dentadas, tallos en forma de aguijón o a savia irritante que segregan para impedir que algún herbívoro se aproveche del líquido guardado en el tallo.

Cactus y crasas

Riego

A principios de primavera, cuando va desapareciendo el riesgo de heladas y la planta empieza a brotar, es el momento de regar con cierta frecuencia (una vez cada 10-12 días). Se puede aumentar la frecuencia de forma progresiva hasta llegar a los meses más cálidos, en los que se regará cada 4-8 días, según las zonas.

En otoño se comenzará a reducir la intensidad del riego, realizándose cada 8-10 días y espaciando cada vez más para ir haciendo entrar en reposo a las plantas, hasta casi suprimir el riego durante diciembre y enero. Como mucho, se podría regar suavemente cada 20-40 días en el período más frío. Con temperaturas inferiores a 10ºC no es recomendable regar los cactus, porque se pudren.

Es mejor dar un buen riego que moje todo el volumen del suelo, que varios riegos superficiales, que no llegan bien a las raíces, y hay que dejar secar bien la tierra entre riego y riego.

Cactus sobre piedras

Temperatura

Durante el invierno, no deben estar en habitaciones muy caldeadas, puesto que temperaturas por encima de 20ºC evitarían que se produjera el reposo invernal, que es imprescindible para estas plantas.

La mayoría de los cactus no soportan temperaturas por debajo de los 7ºC. Un punto muy importante es que no deben coexistir frío y humedad en el suelo o en el ambiente que les rodea.

Luz

Aunque todos los cactus necesitan mucha iluminación, no todos soportan los rayos directos del sol.

Como norma general, las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes o un número elevado de ellas, requieren pleno sol; mientras que las especies con pocas espinas y las crasas requieren una cierta sombra. La ventilación también es muy importante para estas últimas.

Sustrato y abono

A pesar que los cactus soportan suelos áridos, si se cultivan en una tierra más nutrida, su crecimiento es más vigoroso y su floración mucho más espectacular. Una sustrato estándar para cactus debe tener porosidad, moderada riqueza de nutrientes, mediana retención de la humedad y pH cercano a 6.

Existen tierras especiales para cactus ya preparadas, que reúnen todas estas características. También existen fertilizantes formulados especialmente para cactus, que se deben aportar en los períodos de máximo crecimiento.

Persona sujetando maceta con cactus

Trasplante

Si la planta deja de crecer, adquiere un mal color o salen las raíces por los agujeros de drenaje, significa que es necesario trasplantar. La nueva maceta tiene que ser algo mayor que la anterior. Para los cactus es mejor emplear macetas de barro o cuencos. En el fondo de la maceta se coloca una capa de drenaje (tierra volcánica, arlita o gravilla) y una capa de tierra para cactus.

Después, se introduce el cepellón utilizando guantes, se rellenan los huecos con más tierra y se puede poner en la superficie otra capa de tierra volcánica, que sirve como elemento decorativo y para que la base del cactus no esté directamente en contacto con la tierra húmeda cuando se riegue.

La mejor época para trasplantar es la primavera. Si se hace en invierno, la planta puede sufrir un retraso en la brotación. No es recomendable regar hasta pasados entre 3 y 6 días desde el trasplante, para dejar que cicatricen las heridas que se hayan podido producir durante el mismo.

Primer plano de cactus

Faqs

¿Cómo se cuida un cactus en casa?

Para cuidar un cactus en casa, colócalo en un zona con buena iluminación, evitando la exposición directa al sol en las horas más intensas del día. Riega moderadamente, asegurándote de que el sustrato se seque completamente entre riego y riego. Evita temperaturas extremas y proporciona una buena ventilación.

¿Cuántas veces hay que regar un cactus?

La frecuencia del riego depende del clima y la estación del año. En general, durante las épocas más cálidas se riega con más frecuencia, mientras que en las épocas frías se reduce significativamente el riego. Lo más importante es asegurarse de que el sustrato se seque completamente entre riegos.

¿Qué cuidados se le da a un cactus?

Además del riego moderado y la buena iluminación, utiliza un sustrato adecuado, preferentemente específico para cactus, y abona durante el período de crecimiento. Evita temperaturas extremas y proporciona un ambiente seco durante el invierno.

¿Por qué se secan los cactus?

Los cactus pueden secarse por varios motivos, como exceso de riego, falta de luz, sustrato inadecuado o enfermedades. Asegúrate de proporcionarles los cuidados adecuados y revisar regularmente el estado de la planta.

Variedades y tipos de cactus

Cactus de Navidad
El cactus de Navidad (Schlumbergera) es conocido por sus flores que aparecen en invierno. Necesita luz indirecta y riegos más frecuentes durante su período de floración.

Cactus Cabeza de Viejo
El cactus Cabeza de Viejo (Cephalocereus senilis) se caracteriza por sus largos pelos blancos. Requiere pleno sol y riegos moderados.

Cactus con Flor
Muchos cactus producen flores espectaculares. Para fomentar la floración, proporciona buena iluminación, un sustrato adecuado y un período de reposo en invierno.

Virginia Moreno
Virginia Moreno
Autor/a del artículo

Periodista de profesión y jardinera de corazón, Virginia ha dedicado los últimos años a enriquecer la comunidad de Fronda con su experiencia y conocimiento profundo en el cuidado de las plantas. Su trabajo refleja no solo su amor por el verde sino también un compromiso con la precisión y la calidad, siendo asesorada por los más destacados expertos de Fronda. Cada artículo de Virginia es un testimonio de su viaje continuo a través del aprendizaje y la colaboración, asegurando que cada lector pueda cultivar no solo plantas, sino también amor por la naturaleza.